Por Paola Pantaleón de Juárez, Autora del libro "Finanzas para mujer a la manera de Dios"
Hablar de dinero no es fácil en la mayoría de circunstancias y dentro del matrimonio, fácilmente puede convertirse en una discusión de proporciones atómicas.
Las estadísticas dicen que 1 de cada 2 divorcios sucede por temas relacionados con dinero.
¿La razón? La forma en que manejamos nuestras finanzas revela lo que está en nuestro corazón y nuestras prioridades. Además, las mujeres por naturaleza necesitamos sentirnos seguras y parte de la seguridad incluye tener los recursos necesarios para cubrir nuestras necesidades. Por su parte, los hombres tienen la necesidad innata de proteger y proveer.
Todo esto sin mencionar que cada uno creció en un hogar distinto, con patrones de crianza totalmente diferentes y que la confianza en temas financieros se construye poco a poco.
Cuando tomamos la decisión de unir nuestra vida a la de otra persona, estamos uniendo lo más preciado que tenemos: ¡la vida! Es natural entonces concluir que deberíamos también unir nuestras finanzas para caminar en unidad la travesía de la vida y lograr alcanzar nuestros objetivos y metas.
Sin embargo, esto se dice mucho más fácil de lo que se hace. Hay distintas circunstancias y actitudes que minan la confianza y obstaculizan la construcción y administración de finanzas familiares saludables. Una de ellas es la infidelidad financiera, un fenómeno cada vez más común en los matrimonios. Esto sucede cuando uno de los cónyuges deliberadamente esconde ingresos, cuentas bancarias, propiedades o gastos lo que erosiona la relación.
Hay estadísticas que indican que el 41% de los matrimonios dicen que pelear es casi inevitable cuando se habla de dinero, que una de cada tres personas admite esconder compras de sus parejas y el 31% admiten tener una tarjeta de crédito o deuda de la que su cónyuge no está enterado… francamente, esos números asustan, yo no quiero ser parte de esos porcentajes ¿y tú?
Nuestros valores deben guiar la forma en que manejamos nuestras finanzas. Si vivimos practicando valores como la generosidad, la honestidad, el trabajo duro, la integridad, el respeto, la humildad y el perdón, esto se verá reflejado en todas las áreas de nuestra vida incluyendo nuestras finanzas.
Todo esto me lleva a hacer la pregunta ¿quién administra las finanzas familiares?
La respuesta es: ¡depende!
No se trata de quién gana más, quién tiene la mejor posición laboral, la hoja de vida con mejores calificaciones o el trabajo más seguro; se trata de aptitud y actitud.
Todos tenemos dones y talentos diferentes y eso también aplica para el manejo de las finanzas. Si tú eres más ordenado y mejor con los números, a lo mejor la decisión correcta sea que tú lleves el control de las finanzas familiares. Por el contrario, aún si eres tú quien lleva el mayor o el único ingreso a casa, pero no tienes control de tus gastos y la matemática básica no es uno de tus fuertes, la recomendación es que sea tu pareja quien lo haga.
Esta decisión requiere humildad y honestidad contigo mismo.
Al final de cuentas, un matrimonio, una familia, es una unidad. Dos personas que decidieron unir sus vidas por amor y que están trabajando juntos por construir el futuro que esperan.
Quiero compartir contigo siete consejos para lograr el manejo óptimo de las finanzas familiares protegiendo tu relación en el intento.
1. Comunícate: tener una comunicación abierta y compartirlo todo ayudará a evitar muchos conflictos a largo plazo. En el matrimonio, es mejor compartir de más que de menos. Esto ayudará a construir la confianza entre cónyuges y también sentará las bases para la resolución de problemas.
2. Se humilde: reconoce tus errores y tus aciertos. Planea una cita con tu cónyuge en la que ambos puedan sincerarse el uno con el otro respecto al manejo de sus finanzas personales, decidan quién llevará el control de las finanzas familiares y planifiquen su futuro. Esto aplica también para quienes están pensando en casarse, nada mejor que empezar con una página en blanco, honestidad total y el pie derecho una relación que esperas dure toda la vida.
3. Decide trabajar en equipo: Cuando tienes visión de equipo, la carga, responsabilidad, beneficios, fracasos y éxitos se comparten. El trabajo en equipo es hacer mi trabajo bien para que el de alguien más sea excelente. Actuar así respecto a las finanzas familiares, te ayudará a evitar las malas actitudes y alcanzar más rápido los objetivos deseados.
4. Di siempre la verdad aun cuando hayas cometido un error: ¡Todos cometemos errores! Eso no es un secreto para nadie, pero rectificar es de sabios. Cuando te equivoques gastando de más o de cualquier otra forma, di la verdad. No hay nada mejor que reconocer los errores para mantener la confianza intacta. Es mucho más fácil empezar de cero que tratar de salir del agujero que cavamos con mentiras.
5. Compartan una cuenta bancaria: aún si por cuestiones prácticas mantienen otras cuentas separadas, empezar compartiendo una cuenta bancaria es un buen ejercicio para la rendición de cuentas y el común acuerdo.
6. Hagan un presupuesto y síganlo: este consejo parece trillado y puede que lo escuches una y otra vez, la razón es ¡porque funciona! Si haces un presupuesto mensualmente y lo sigues al pie de la letra gastando menos de lo que ganas, pronto tendrás capital suficiente para tus planes y dormirás en paz.
7. Sueñen juntos: nada mejor que un sueño compartido para garantizar la unidad al buscar alcanzarlo.
Aplicar estos consejos no te garantiza un matrimonio perfecto, pero te ayudará a blindarlo de los peligros que las malas decisiones financieras representan.
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