Por Ana Rosa Castillo Canjura, Nutricionista, Coach entrenadora y conferencista de Maxwell Leadership
Mi nombre es Ana Rosa Castillo, soy entrenadora coach y conferencista de John Maxwell Leadership me da mucho gusto compartir contigo esta serie que tiene como objetivo abrir tu perspectiva a claves que te ayudarán a avanzar en el camino del emprendimiento, pues seguro que tienes ese espíritu que te impulsa a tomar oportunidades que otras personas no ven y a generar formas de servirles a través de tu experiencia, brindando un servicio o creando productos geniales que les pueden facilitar la vida.
Vamos a empezar hablando sobre protagonistas y esto probablemente te lleve a pensar en tu serie o película favorita, piensa en el personaje principal, ese que hace que no te pierdas un capítulo, que es tan interesante y te encanta. Imagina qué le pasaría a tu serie o película sin ese personaje, ¿qué pasaría si los personajes intercambiarán roles? ¿tu serie o película se llamaría igual, te gustaría de la misma forma? Si estos cambios ocurrieran, seguramente estaríamos hablando de otra historia a lo mejor ya ni sería tu favorita.
Vamos ahora a situarnos en una historia más cercana, en la de tu vida. Dime, ¿quién es el personaje principal de tu vida? ¿esa historia lleva tu nombre o lleva el de tu pareja, hijos, padres o el de tu mejor amigo? Empiezo a hacer esta referencia porque a muchos les puede parecer obvio y podrían decirme: Ana Rosa ¿por qué preguntas eso? ¡Claro que yo soy el personaje principal, soy el protagonista de mi vida! Pero es necesario hacer una pausa y responder algunas preguntas para tener claro si esta película que es tu vida en realidad lleva tu nombre o lleva el de alguien más. ¿Te arriesgas a resolverlas? Empecemos: ¿quién está tomando las decisiones en tu vida? ¿estás avanzando en concretar tus planes o sigues esperando el momento ideal para empezar? ¿estás buscando oportunidades o simplemente estás esperando a que lleguen? ¿Estás dando los pasos necesarios para que tu emprendimiento crezca o estás dependiendo de las circunstancias? ¿cómo van las respuestas?
Te contaré una parte de mi historia de emprendimiento, hace 2 años justamente con la pandemia inicié una oportunidad de negocio que hasta ese momento sólo había visto como una opción de soluciones naturales para mi salud y la de mi familia, esa oportunidad empezó con un reto, en el que todo dependía de mí; debía seguir varios pasos y accionar en cosas que hasta ese entonces no había hecho y no me creía capaz de realizar; muchos empezamos el reto, pero pocos lo concluimos. Me alegra mucho cuando veo hacia atrás y puedo considerar ese momento como el punto de inicio para crecer en el emprendimiento, fue una oportunidad única en un momento crucial. Decidí ser la protagonista en cada uno de los pasos que se dieron, mi posición pudo ser otra, pude achacarle a la pandemia a los resultados del negocio o echarle la culpa al gobierno por las restricciones de ese momento; qué bueno que no fue de esa manera, me ayudó mucho reconocer qué condiciones estaban en mi zona de control y cuáles no. Asumir la acción en donde me tocaba, fui protagonista al decidir y accionar, no le dejé a otros esa responsabilidad.
Si traemos estos aspectos a tu vida con cuáles te identificas: estás tomando tus decisiones y estás siendo protagonista o hay alguna área de tu vida en la que estás dejando ese protagonismo a otras personas o a las circunstancias y te estás perdiendo de ese ejercicio maravilloso que es decidir para ti y por ti… ¡estás dejando de vivir tu historia! Me encanta el concepto que John Maxwell expone en el libro “Desarrolle al líder que estén usted 2.0”, al hablar de auto liderazgo hace ver que la persona más difícil de liderar es uno mismo, qué fácil es orientar a otros y aconsejar rutas a tomar, pero cuando se trata de nosotros no siempre es fácil. Por ello, me gusta el concepto de autoliderazgo porque implica generar recursos para mí, tomar decisiones y asumirlas con responsabilidad. No siempre es fácil tomar acción, pero es el llamado que cada uno tenemos para crecer, para desarrollar habilidades, aprender a diario y ser cada vez mejor persona; ese es el pleno ejercicio de libertad al decidir qué hacer y en qué momento.
Te tengo unas ideas que pueden ayudarte a poner en práctica este preciado regalo que muchas veces pasa inadvertido y además lo menospreciamos, dime si no es fácil cargar en otros la responsabilidad de nuestras decisiones, por ejemplo, cuando decimos: me hiciste enojar, no lo he hecho porque falta que me traigan eso… Te invito a que te pases el examen y respondas: ¿por qué no has empezado con tu idea de negocio? ¿qué hace falta para que puedas darle seguimiento a ese cliente? ¿qué debe pasar para concluir esa tarea que tienes pendiente?
Es necesario que dejes a un lado las excusas y retome tu rol para asegurar que tu emprendimiento puede avanzar y alcanzar el éxito. Si te está haciendo difícil, será necesario recordar ¿para qué haces tu emprendimiento? Cuando logras identificar qué es eso que te inspira, qué te motiva y además resulta que es correcto estarás más encaminado a cumplir tu propósito. ¿Quién está llamado a hacer el descubrimiento de su propósito? Pues tú, solo tú podrás hacerlo en la medida en que desees ser el protagonista de tu historia, de cada uno de tus días. Claro que puedes buscar apoyo en un coach, por ejemplo, para empezar este viaje de descubrimiento
¡Felicidades! si estás dispuesto a no delegar, sino a asumir tu rol de protagonista en todo lo que emprendas, para avanzar y afianzar tu éxito.
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