Por Byron Pérez Ajanel, Consultor empresarial, Coach comercial y de negocios
El filósofo francés René Descartes hizo famosa la frase: “pienso, luego existo”. A lo largo de la historia el pensamiento ha sido algo que caracteriza a los humanos; y es ahí donde, como seres pensantes y racionales debemos evaluar la calidad de nuestras ideas y representaciones mentales acerca de determinado tema o situación.
Estamos claros que la forma en la que pensamos orientará nuestras acciones y éstas determinarán el éxito de nuestros proyectos, metas y objetivos. En el ámbito comercial podemos encontrar diferentes tipos de vendedores: el vendedor que se frustra, que se enoja y que se disgusta porque sus negocios no se concretan y aquel que decide aprender de sus errores. ¿Qué tipo de vendedor es usted? Walter Rizo en su libro “El poder del pensamiento flexible” nos dice que una mente cerrada tiene un serio problema, ya que ésta impide el progreso provocando que la persona permanezca anclada a una tradición de fracasos y derrotas; por el contrario, el pensamiento flexible, rompe ese molde y se abre a nuevas experiencias.
Aquel ejecutivo de ventas que adopta el pensamiento flexible: explora, busca, profundiza, escudriña con libertad las nuevas alternativas para cerrar negocios. Es aquel que aprende a ver oportunidades donde otros solo ven fracasos. Es aquel que se arriesga en dirección a acrecentar sus resultados comerciales y entonces mejorar sus KPI´s. El Ejecutivo de ventas que adopta un pensamiento flexible es aquel que no descarta las nuevas ideas para abrir nuevas brechas de mercado. Es aquel que está en constante innovación. Evaluando las ventajas competitivas de su producto, resaltando propuestas de valor en sus cotizaciones y que, además, evalúa la calidad de la interacción que está generando con sus clientes. En resumen, es aquel que no descarta las ideas, sino que las evalúa y las replantea para seguir creciendo.
Antes de continuar, si usted se está preguntando ¿cómo obtener un pensamiento flexible que se oriente al crecimiento de sus resultados comerciales? quisiera compartirle algunas buenas prácticas:
• Realice un inventario mental: Evalúe que tipo de pensamientos predominan hoy en día en su cabeza. ¿pesan más los negativos o los positivos? Ese balance de pensamientos le dará una idea de qué tanto debe cambiar.
• Fortalezca su pensamiento flexible: por medio de lecturas que le provean un nuevo punto de vista, escuche podcasts que agreguen valor a su visión de negocio, vuelva a revisar las características del producto que vende para renovar su oferta comercial.
• Invierta en su crecimiento personal: buscando actualizaciones en relación a técnicas de ventas, estrategias de negocios, nuevos canales de comercialización. Tenga presente que el mundo empresarial está en constante cambio y las herramientas de los ejecutivos comerciales van renovándose de manera acelerada.
John C Maxwell en su libro “A veces se gana, a veces se aprende” nos enseña que el éxito no radica en eliminar nuestros problemas y errores, sino en crecer mediante ellos y con ellos. Esta gran lección de vida para los que nos dedicamos al apasionante mundo de las ventas nos hace recordar aquellas entrevistas con los clientes difíciles, las propuestas rechazadas, los negocios caídos, las veces en la que los clientes nos han presentado objeciones tan contundentes que nos hemos quedado cortos en nuestra explicación. Pero es allí donde viene la fortaleza mental del vendedor, cuando a pesar de las circunstancias difíciles aplica la resiliencia comercial y vuelve a empezar de cero, evaluando sus debilidades comerciales, trabajando para corregirlas y encaminando sus esfuerzos para que día a día alcance sus metas.
En el diplomado de liderazgo “La transformación está en mí” específicamente en la mesa #14 se examina el valor del pensamiento correcto y en ella dice textualmente: “Nuestro futuro puede ser directamente afectado al estar conscientes y tomar control de nuestros pensamientos. Lo que pensamos hoy es lo que seremos mañana. Los pensamientos siempre preceden a las acciones.”
Entonces, cuidar la calidad de nuestros pensamientos es una decisión que tomamos a diario. Es una elección personal que va de la mano con la autodisciplina y fuerza de voluntad. Ánimo, renovar nuestro pensamiento es algo que podemos empezar a hacerlo ahora mismo y con ello impactar nuestras acciones. En el próximo podcast profundizaremos más al respecto.
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