Por Linda Pantaleón, Coach ejecutiva, mentora y entrenadora en el desarrollo del autoliderazgo
Los líderes se distinguen por su disposición de aprender, por su disciplina para perseverar y su voluntad de crecer. La realidad es que dirigirnos a nosotros mismos suele ser la tarea más difícil que enfrentamos cada día y que además es un proceso que se desarrolla poco a poco, no de la noche a la mañana. En el desarrollo de este proceso, sobresalen tres aspectos fundamentales como los son: EL CARÁCTER, LA AUTODISCIPLINA Y EL CRECIMIENTO PERSONAL.
1. EL CARÁCTER.
Constituye el fundamento del liderazgo. ¿Por qué es importante desarrollar un buen carácter en el liderazgo? Mahatma Gandhi dijo “Un hombre de carácter se hará así mismo digno de cualquier posición que le den”. Cuando se dice que se hará digno de cualquier posición, se refiere a la confianza que genera ante los demás por el carácter que ha desarrollado y que le permite tomar las mejores decisiones. Esto hace confiable a un líder.
El industrial Andrew Carnegie, señaló un aspecto muy importante relacionado con el carácter, “A medida que me hago mayor le presto menos atención a lo que dicen los hombres. Tan solo me limito a ver lo que hacen”. En relación a esto, la gente ve lo que haces, no escucha lo que dices y la confusión en el liderazgo se produce cuando tus palabras y tu vida no coinciden. Acá se vuelve nuevamente al tema de la confianza.
Existen algunas dimensiones del CARÁCTER, entre ellas destaca: la autenticidad, que tiene que ver con vivir una vida transparente y tener la capacidad de poder hablar tanto de los logros como de los fracasos que son los que nos llevan a alcanzar logros, son los que nos permiten construir las mejores historias.
Otra dimensión importante del carácter es la autogestión, porque la fortaleza de carácter viene de una buena autogestión. El carácter no tiene que ver con la inteligencia, tiene que ver con tomar las decisiones correctas. En su libro “El talento nunca es suficiente”, John Maxwell nos habla de este tema de manera muy amplia. Nos comparte como es que personas con gran talento, dones y fortalezas, no son capaces de tomar las mejores decisiones debido a la debilidad de su carácter. Otra dimensión del carácter es: la humildad. A nadie le gusta trabajar con líderes que se vanaglorien de sí mismos y trabajen solo para su propio beneficio, les gusta trabajar con el líder que muestra humildad. El artista John Ruskin afirmó: “Creo que la primera prueba de un hombre verdaderamente grande es la humildad”.
2. LA AUTODISCIPLINA
Las personas exitosas lo son, no porque sean más inteligentes, lo son porque se niegan a darse por vencidos, son disciplinados y perseverantes en su desempeño, por lo tanto, tienen más posibilidades de triunfar, no importando que tan difícil parezca la situación, entre más perseveres más logros obtendrás en tu vida. ¿Cómo se logra?
CREANDO NUEVOS HÁBITOS
Los hábitos a menudo nos impiden hacer un ascenso auto disciplinado hasta un terreno más elevado, porque los hábitos tienen poder sobre nosotros. Entonces, el desafío de todo líder es convertir los malos hábitos en buenos hábitos para elevarse a un próximo nivel. El primer paso para cambiar los hábitos está relacionado con cambiar la forma de pensar, de lo cual hemos compartido anteriormente, si puedes cambiar tus pensamientos, entonces puedes también cambiar hábitos.
El GRAN HÁBITO para desarrollar autoliderazgo se llama DISCIPLINA.
Disciplina, es la capacidad para controlar tus deseos e impulsos en un intento de mantenerte enfocado (durante un tiempo suficiente) en lo que debe hacerse para lograr ese objetivo con éxito. Se trata de hacer pequeñas acciones que te ayudan a formar los HÁBITOS que posteriormente te ayudarán a lograr tu objetivo.
Stephen Covey dijo muy sabiamente: “Disciplina es pagar el precio para traer esa visión a la realidad. Es abordar los hechos duros, pragmáticos y brutales de la realidad y hacer lo que haga falta para que ocurran las cosas. La disciplina surge cuando la visión se une al compromiso”.
Autodisciplina se trata de encontrar razones convincentes para hacer algo y luego comprometerse a hacer esa tarea o actividad hasta el final. Poseer autodisciplina requiere tener un deseo interno, impulso o motivación que te lleva a tu meta. Es amar un sueño, comprometerse y trabajar arduamente para conseguirlo. Es sacrificar algo hoy para obtener algo mejor mañana. La autodisciplina hace posible la escalada hacia el éxito. El precio del liderazgo es la AUTODISCIPLINA.
C. EL CRECIMIENTO PERSONAL
Nos dice que debemos ser capaces de SER MÁS, PARA SERVIR MEJOR. Cuando creemos en nuestra capacidad para crecer, esto determina nuestra capacidad para liderar. Hacer del crecimiento personal una prioridad, nos hace liderar de una manera distinta, con más eficacia, produce resultados más allá de nuestros sueños. Tener una vida comprometida con el crecimiento personal produce resultados extraordinarios.
Es importante considerar que estar en constante crecimiento significa pagar el precio por ese crecimiento, porque “cada nivel de crecimiento necesita un nuevo nivel de cambio” dice Gerald Brooks. Esto quiere decir que para crecer debemos aceptar el cambio constante.
La Ley de la banda elástica de Las 15 Leyes indispensables del crecimiento, de John Maxwell dice: que el crecimiento se detiene cuando se pierde la tensión entre donde nos encontramos y donde deberíamos estar”. Por lo tanto, el estiramiento es fundamental para el crecimiento que llega como resultado de abandonar malos hábitos.
Para maximizar tu crecimiento debes ser estratégico, por lo tanto, lo más importante es contar con tu plan de crecimiento personal, que se convertirá en el proyecto más grande e importante de tu vida y te llevará a no caer en el plan de otra persona.
Es el momento oportuno para ser un mejor líder, si abrazas estos tres aspectos: El desarrollo de un buen carácter, ser autodisciplinado y contar con un plan de crecimiento personal, te llevará a ser la mejor versión de ti que hayas soñado.
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